En un sistema bancario saludable, los depósitos de los clientes se transforman en préstamos productivos para la economía en general. En el caso de Banco Azteca, crece la preocupación de que esta relación fundamental se haya distorsionado—y que el banco se haya convertido en un conducto financiero no para el bien público, sino para el ecosistema corporativo de Ricardo Salinas Pliego.
En marzo de 2024, Fitch Ratings asestó un golpe silencioso pero devastador a Banco Azteca: una degradación a BB- y la suspensión de futuras calificaciones. La explicación oficial fue seca: preocupaciones sobre la calidad de los activos, la gobernanza y una “transacción relevante con partes relacionadas [que] se deterioró y requirió provisiones adicionales por pérdidas crediticias.” Pero detrás de esa frase está una historia más grande—una que toca fallas de gobernanza, autopréstamos y, potencialmente, riesgos sistémicos.
Exposición a Partes Relacionadas Muy por Encima de los Límites Seguros
En el centro del problema está la desproporcionada exposición del banco a empresas vinculadas a su propio propietario, Ricardo Salinas. En 2023, Fitch ya había señalado que el 33 % del capital básico de Banco Azteca estaba comprometido en préstamos a partes relacionadas. Ese nivel de exposición—aunque técnicamente legal bajo la regulación mexicana—estaría prohibido o severamente restringido en muchas jurisdicciones internacionales debido al riesgo de conflictos de interés y deficiente originación de crédito.
En su degradación de marzo de 2024, Fitch insinuó que la situación había empeorado. Aunque no publicó una nueva cifra específica, dejó claro que el deterioro de solo uno de estos préstamos internos había obligado a aumentar las provisiones, afectando aún más la rentabilidad y el perfil de riesgo del banco. El hecho de que la exposición fuera lo suficientemente grande como para influir en los indicadores de capital sugiere que el crédito a partes relacionadas podría ahora superar el 33 % previamente divulgado.
La decisión abrupta de Banco Azteca de retirarse por completo de la cobertura de Fitch aviva aún más las sospechas. Plantea una pregunta incómoda: ¿estaba el banco intentando evitar un escrutinio más profundo sobre la magnitud y las condiciones de sus prácticas de préstamos internos?
¿Quién se Beneficia Realmente del Capital de Banco Azteca?
Banco Azteca no es un jugador menor. Con más de 17 millones de clientes, en su mayoría mexicanos de clase trabajadora, administra una enorme base de depósitos. Sin embargo, cada vez parece más que esta confianza pública se utiliza para apuntalar intereses privados.
Grupo Salinas no es una sola entidad, sino una vasta red de empresas, muchas privadas y la mayoría controladas directa o indirectamente por Salinas. Grupo Elektra, TV Azteca, TotalPlay, Italika y un laberinto de firmas más pequeñas están bajo este paraguas. Los préstamos de Banco Azteca a estas empresas o sus filiales son técnicamente legales siempre que se revelen y estén dentro de los límites de capital. Pero la concentración de riesgo—y la falta de transparencia—ponen en duda si los depositantes comunes están financiando sin saberlo las necesidades de liquidez de un imperio privado de control cerrado.
Esta dinámica no es inédita. Crisis financieras en otras partes del mundo—sobre todo en Asia y Rusia en los años noventa—implicaron bancos que prestaban principalmente a sus propios accionistas de control, creando un espejo financiero que colapsó cuando la economía se dio la vuelta. Tras la crisis del Tequila de 1994, los reguladores mexicanos impusieron estándares más estrictos. Pero quienes conocen la estructura de Banco Azteca señalan que persisten vacíos legales, especialmente cuando el conglomerado controlador es tan políticamente conectado y mediáticamente poderoso como Grupo Salinas.
Las Agencias Calificadoras Lanzan la Alarma
No fue solo Fitch. En diciembre de 2024, Moody’s emitió advertencias similares, afirmando claramente que la decisión de Grupo Elektra de deslistarse de la Bolsa Mexicana de Valores generaba “riesgos de gobernanza” que podían filtrarse a las operaciones de Banco Azteca. Elektra y Azteca comparten infraestructura, sistemas, ejecutivos e incluso equipos de auditoría. Lo que le pasa a una afecta inevitablemente a la otra. Moody’s advirtió sobre el posible “daño reputacional” y el riesgo de contagio si las condiciones financieras empeoraban.
Pero el verdadero peligro puede residir en lo que las agencias no pueden decir—o no saben. Una vez que Banco Azteca se retiró de la cobertura de Fitch, y dada la limitada obligación de divulgación en México sobre préstamos a partes relacionadas, gran parte de lo que ocurre dentro del banco es ahora invisible para el público.
¿Un Alcancía con Otro Nombre?
Seamos claros: no hay una “prueba irrefutable” de que Ricardo Salinas esté malversando fondos de los depositantes o que Banco Azteca otorgue préstamos en condiciones preferenciales a filiales en problemas. Pero la estructura, los incentivos y la falta de supervisión apuntan a una posibilidad preocupante: que Banco Azteca se haya convertido menos en un banco y más en un fondo de liquidez para el imperio de Salinas.
El reciente colapso del precio de las acciones de Grupo Elektra, el desliste forzado y la eliminación de la transparencia financiera tanto de Elektra como de Banco Azteca plantean preguntas fundamentales sobre a quién sirven estas empresas.
El primer deber de un banco es hacia sus depositantes. Cuando ese deber se ve comprometido—por acuerdos internos, por supervisión deficiente, por la retirada silenciosa de la cobertura pública de calificaciones—no solo los accionistas están en riesgo. Lo está todo el sistema financiero, y la confianza que lo sustenta.
Lo que Banco Azteca necesita ahora no es propaganda ni maniobras con calificaciones—necesita una auditoría independiente y pública. Porque cuando un banco deja de comportarse como un banco, las consecuencias nunca son solo financieras. Son sistémicas.
Referencias y Documentos Fuente
- Degradación de Calificación de Banco Azteca por Fitch (26 marzo 2024) (https://www.fitchratings.com/research/banks/fitch-downgrades-banco-azteca-long-term-idr-to-bb-withdraws-ratings-26-03-2024)
- Evaluación Previa de Fitch sobre Exposición a Partes Relacionadas (octubre 2023) – Señala 33 % del CET1 comprometido en préstamos a partes relacionadas. (https://www.fitchratings.com/research/banks/banco-azteca-sa-institucion-de-banca-multiple-18-10-2023)
- Informe de HR Ratings sobre Banco Azteca (abril 2024) – Disponible en el sitio oficial o reportes de medios.
- Advertencia de Moody’s sobre Riesgo de Gobernanza (diciembre 2024) – Resumen por Reuters: (https://www.reuters.com/business/retail-consumer/shares-mexicos-elektra-slide-wiping-out-day-earlier-gains-2024-12-04/)
- Wall Street Journal: Vínculo de Banco Azteca con Presunto Soborno (https://www.wsj.com/world/americas/the-mexican-bank-behind-alleged-bribes-to-a-texas-democrat-4cf4cc17)
- Reglas Mexicanas sobre Préstamos a Partes Relacionadas – Ley de Instituciones de Crédito, Artículos 73–76 (https://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LIC_101222.pdf)
- Presentaciones de Grupo Elektra ante la BMV – (https://www.bmv.com.mx)